OBITUARIO: LAS CAMPANAS DE UNGALLIRE. MANUEL MAMANI Y EL PAISAJE SONORO ANDINO
Alberto Díaz Araya
La estancia/ayllu de Ungallire perteneciente a la marka de Guallatire en el altiplano de Arica, hacia fines de la década de 1940 poseía algunas casas y una pequeña capilla con un campanario derrumbado por los constantes movimientos sísmicos. La comunidad se organizó para reestablecer el equilibrio con su entorno y re/construir la torre Mallku. El diseño lo realizaron los abuelos y después de una vilancha, acompañada de quenas, iniciaron las obras empleando piedras canteadas y adobes para las paredes y también ichu y queñua en la techumbre. Al finalizar los trabajos, enviaron al comunero Tomás Álvarez al mineral de Coro Coro (Bolivia) a comprar dos campanas que, después de un par semanas, llegaron arriba de dos burros. Antes de ingresar a la estancia, en un calvario cercano, los lugareños realizaron una mesa ritual a cargo de un yatiri disponiendo que la campana de sonido “ronco” se revistiera a la usanza de los pastores y la campana de timbre agudo fuera ataviada con atuendos de anako o aksu, llijlla y tupus según la costumbre de las mujeres andinas, acompañando del sonido de las phusas el rito conyugal del chacha-warmi. Después de ello, las campanas ingresaron en procesión a Ungallire para ser instaladas en el campanario.